Por una educación ambiental de calidad, fuera las armas del aula

hunter-1503082_1280Texto de Rubén Borrega. Extremadura vuelve a ser noticia en materia de medio ambiente. Me encantaría decir que es por ser reconocida por su capacidad de innovar en materia de modelos de desarrollo compatibles con el aprovechamiento de sus recursos naturales, la construcción de escenarios vanguardistas en cuanto a experiencias que en sus reservas de la biosfera se estuvieran llevando a cabo o por sus proyectos pioneros en materia de conservación y EA.
Pero no es así. La Junta de Extremadura y el Consejo Superior de Deportes han aprobado, una vez más, y ya va por su tercera edición, el proyecto “Caza y Naturaleza”, que llevará a cabo la Federación Extremeña de Caza (FEDEXCAZA) y con el que pretende llegar, en el presente curso académico, a 800 escolares de primaria de diferentes centros educativos de Extremadura. Entre sus objetivos, según se indica en el propio proyecto, está divulgar los valores de la caza, que, según los promotores, son “el respeto al medio ambiente, el cuidado y conocimiento de las especies protegidas y, sobre todo, la importancia de aprender a valorar la naturaleza y de aprender a disfrutar de nuestro entorno”. Y es aquí cuando saltan todas las alarmas en el sector de la EA.
Que una federación de caza trate de asegurarse el futuro de su actividad dogmatizando a nuestros niños/as y apelando a los valores propios de la EA roza lo grotesco. Pero lo que es realmente indignante es que toda una Administración, con la Dirección General de Medio Ambiente al frente, no tenga nada que decir y de carta de naturaleza a esta propuesta sin defender la EA y a sus profesionales, como mejor garantía para hacer llegar sus principios y objetivos a la comunidad escolar. En suma, este organismo ha delegado su responsabilidad en materia de EA en la Federación de Caza de Extremadura. La Junta de Extremadura tendría que revisar qué significa realmente la EA en su forma de hacer política, teniendo en cuenta que uno de sus proyectos insignia es Extremadura2030, con la que la región trata de ser un referente de economía verde y circular cumpliendo así los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En Extremadura hay buenos/as profesionales de la Educación Ambiental, esforzándose por llevar los valores de respeto al medio ambiente a toda la sociedad extremeña y a la población escolar especialmente. Son educadores/as ambientales en Centros de Interpretación de la Naturaleza, docentes que tratan de implementar programas de EA como Ecocentros o Rutas por Espacios Naturales, voluntarios y voluntarias que colaboran con asociaciones como ADENEX llevando a cabo el proyecto Plantabosques, programas formativos de calidad como los de la Sociedad Extremeña de Zoología o campañas como las de SEO/Birdlife Extremadura, entre otros muchos ejemplos. Pues bien, todos los esfuerzos llevados a cabo por estos profesionales durante décadas son menospreciados y echados por tierra con proyectos como el de “Caza y Naturaleza”, cuya visión sesgada e interesada va en contra, precisamente, de aquello que dicen defender. Constituye, en definitiva, una burla al trabajo de profesionales formados y con competencias específicas para llevar a cabo estos objetivos ¿Tiene la federación de caza de Extremadura la formación y competencias necesarias para llevar a cabo este proceso de EA como así se desprende de los valores que dicen defender?
En todo esta confusión en la que parece sumida la Junta de Extremadura, llama la atención la falta de liderazgo de la Dirección General de Medio Ambiente, que se pone de manifiesto cuando el proyecto más significativo y publicitado en medios de comunicación, en cuanto a cuidado del medio ambiente se refiere, es el de la federación de caza de Extremadura y no la labor que realizan los y las profesionales de la EA.
Con la Estrategia de Educación Ambiental de Extremadura en borrador aún, la EA en el territorio va a la deriva y al buen entender de los/as profesionales, pero, en ningún momento, está siendo una herramienta efectiva de coordinación de esfuerzos tanto humanos, como económicos y de recursos. ¿De qué sirve contar con casi el 31% de la superficie del territorio incluida en diferentes figuras de protección si finalmente quiénes llevan a cabo las labores de EA en centros educativos no recae en profesionales aptos para dar a conocer los valores naturales que se protegen y se delega en federaciones de caza con visiones limitadas, sesgadas y contrarias, en muchos casos, a la protección de territorios y/o especies?
Desde #EA26 queremos dejar claro nuestro posicionamiento contrario a proyectos como “Caza y Naturaleza” en Extremadura y en otros similares que se están implementando en otras Comunidades Autónomas por las federaciones de caza correspondientes.

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Necesitamos una Educación Ambiental de calidad que sea capaz de hacer de nuestros niños y niñas personas competentes y capaces de insertarse en una sociedad que sepa conocer, afrontar y participar aportando soluciones a los grandes retos ambientales que tenemos entre manos de manera crítica, reflexionada, solidaria, democrática y libre. Y eso no se consigue con escopetas ni con armas de fuego, por mucho que le pongan margaritas en los cañones.
POR UNA EDUCACIÓN AMBIENTAL DE CALIDAD, FUERA LAS ARMAS DEL AULA

@rubenborrega
#EA26