Cerrada por pandemia. #EducaciónAmbiental #EA26. 26/03/2021

En estas fechas, muchos andamos recordando dónde estábamos y qué planes teníamos hace un año. Justo cuando muchos planes y proyectos se quedaron en suspenso.

También muchos puestos de trabajo.

Hace pocos días, un reportaje de Canal Sur, cifraba en 5.000 los puestos de trabajo de educación ambiental en peligro en Andalucía. Esta noticia, a pesar de lo llamativo de la cifra, tuvo muy poca repercusión y prácticamente ha pasado desapercibida. Poco más allá del reportaje y algún comentario en redes.

El sector de la educación ambiental es uno más de los puestos de trabajo se han paralizado durante meses. Un importante porcentaje de esos trabajos no se han recuperado todavía y no se sabe si llegarán a recuperarse en algún momento. Durante este tiempo muchas han sido las reivindicaciones de ayudas a los sectores más afectados por el parón que ha supuesto la pandemia.

¿Qué diferencia el sector de la educación ambiental de otros que reclaman (y en ocasiones consiguen) ayudas económicas para superar esta crisis, que aparecen repetidamente en los medios, que cuentan con apoyo institucional para recolocar a las personas que han perdido sus puestos de trabajo?

Puede ser que en parte la respuesta está en que gran parte de esos 5.000 puestos de trabajo perdidos en Andalucía y de los otros miles perdidos en el resto de autonomías fueran puestos temporales y precarios ocupados por personas que no sentían la educación ambiental como una posibilidad de trabajo profesional a largo plazo si no una dedicación temporal.

Muchas de las personas que hace un año se dedicaban a la educación ambiental han decidido buscar una salida profesional en otros sectores que les proporcionen mayor seguridad o mejores condiciones de trabajo.

Puede que lo que diferencia al sector de la educación ambiental de otros que están llevando a cabo más reivindicaciones es que gran parte de las personas que han perdido su trabajo en este sector, no se han planteado siquiera luchar por él. Y las personas que han podido conservarlo están demasiado ocupadas para poder dedicar tiempo a pedir las ayudas necesarias para conservar más puestos de trabajo.

Evidentemente hay muchas y muy buenas excepciones y se están haciendo muchos esfuerzos para que esta pandemia sanitaria no acabe con un sector acostumbrado a vivir entre crisis y de ellas hemos hablado ya en #EA26 durante los últimos meses.

Entre otras, en mayo de 2020, se publicó el documento de Medidas Urgentes de Carácter General elaborado por el equipo de personas expertas en Educación Ambiental que participan en la elaboración del Plan de Acción de Educación Ambiental (#PAEAS). Un documento que pretendía poner sobre la mesa de las administraciones públicas cuáles eran las necesidades más urgentes del sector.

El próximo 26 de marzo te invitamos a debatir una vez más sobre las consecuencias que esta crisis sanitaria tiene y tendrá en la educación ambiental. Como siempre intentando buscar soluciones y aportar visiones optimistas aunque a veces parezca que cueste encontrarlas.

Te esperamos el viernes 26 a las 18:00, como siempre en twitter utilizando #EA26.

El día mundial de la educación ambiental. Retos para una educación ambiental transformadora en un mundo en crisis

Este pasado 2020 la pandemia ha demostrado muchas cosas. Por un lado, la necesidad de una mayor inversión en ciencia, una mayor reconexión con la naturaleza y la necesidad de muchos cambios sociales, económicos y políticos para las siguientes amenazas que se ciernen sobre las sociedades humanas. 

Por otro lado, la crisis ecosocial, que ya era evidente antes de la pandemia del coronavirus, obliga a transformar las realidad hacia una nueva sociedad más justa, sostenible y resiliente, para lo que es imprescindible una ciudadanía formada y concienciada

Para ello desde #EA26 impulsamos varias acciones. 

En primer lugar, exigimos la inclusión de una competencia ecosocial, como imprescindible para la salud. Desde #EA26 en 2020 se recogieron más de 2000 firmas para la inclusión de una competencia ecosocial en el currículum de la nueva ley educativa.

En la nueva LOMLOE, se hace referencia a “promover una cultura de la sostenibilidad ambiental y de la cooperación social para proteger nuestra biodiversidad. Las Administraciones educativas favorecerán, en coordinación con las instituciones y organizaciones de su entorno, la sostenibilidad de los centros, su relación con el medio natural y su adaptación a las consecuencias derivadas del cambio climático. Asimismo, se garantizarán los caminos escolares seguros y promoverán desplazamientos sostenibles en los diferentes ámbitos territoriales, como fuente de experiencia y aprendizaje vital”

Sin embargo, entendemos que tratar contenidos como el cambio climático, la pobreza o las energías renovables no garantiza que se esté realizando Educación Ambiental. Si, entre otras cuestiones, no hay protagonismo del alumnado, ni empoderamiento frente a los problemas de su entorno, ni oferta de escenarios para la propuesta y ejecución de una acción transformadora individual y colectiva, ni desarrollo de resiliencia… no se está haciendo Educación Ambiental. Debemos entender que la transmisión de conocimientos acerca de las problemáticas ambientales que vivimos actualmente no conlleva directamente una motivación para actuar en sus soluciones, que es lo que intenta lograr la educación ambiental.

Por otra parte, desde #EA26 planteamos una Educación Ambiental que comprometa y capacite a las personas en la acción para superar los problemas ecosociales y mejorar la relación de las personas entre sí y con la biosfera.

Los próximos retos pasan, en primer lugar, por dignificar el campo de la Educación Ambiental y la profesión con puestos de trabajo y sueldos acordes a la importante tarea que realizan. Por integrar y potenciar esta profesión en la gestión ambiental, administrativa y ejecutiva. Los equipos decisores necesitan contar con educadoras ambientales que ofrezcan el contexto necesario y la oportunidad de hacer las cosas de otra manera, en la que la participación ocupa un lugar principal.

Unido al anterior punto, desde #EA26 exigimos la visibilización de la Educación Ambiental. La Educación Ambiental está invisibilizada cuando más se la necesita. En un contexto de emergencia sanitaria mundial, la Educación Ambiental debe emerger como un proceso educativo que ayuda a entender la situación, a concienciarse, a empoderarse y a tomar postura con propuestas y acciones que cambien las cosas.

Otro reto es la formación docente. El profesorado necesita urgentemente formarse en los problemas ecosociales, en sostenibilidad, en metodologías que den protagonismo al alumnado: cambiar la manera de enseñar, para poder cambiar el mundo.

Para todo esto es necesario que haya una apuesta decidida por un cambio social y económico que pasa por una dotación presupuestaria que permita recuperar un sector que, como en 2008, está en situación de riesgo de desaparecer. 

El PAEAS, Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad

La herramienta en la que gran parte del sector tiene puestas parte de sus esperanzas es el Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad, PAEAS, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD)

Tras su anuncio en diciembre de 2019 en la Cumbre de Cambio Climático COP25 por parte de la Vicepresidenta Teresa Ribera, se puso en marcha un proceso de participación experta durante la primera mitad del 2020, implicando a unas 300 personas, que dio como resultado un documento con 141 propuestas de acciones prioritarias, en el ámbito de los 10 grupos de trabajo sectoriales constituidos: Administración General del Estado; Comunidades Autónomas; Administraciones Locales; Sector Privado (Empresas/Fundaciones); Organizaciones sociales y ambientales, Movimientos ciudadanos y de la juventud y Sindicatos; Profesionales de la Educación Ambiental y Equipamientos Ambientales; Medios de Comunicación y Entorno digital; Espacios Naturales Protegidos; Educación no Universitaria y Comunidad Educativa; Universidad. 

Esas más de 140 propuestas de las personas expertas, elaboradas en pleno confinamiento, establecen un presente y futuro de la educación ambiental, que pasa por fortalecer el sector, dignificar a las profesionales de la educación ambiental y desarrollar planes y programas consolidados ante la crisis social, ambiental, climática y de salud en la que nos encontramos. 

Sin embargo, este plan ha visto cómo ha ido retrasando sus fases posteriores, su aprobación y puesta en marcha, responsabilidad del MITERD, que lidera el proceso, y se está a la espera de su reactivación y finalización.  

Desde #EA26 consideramos que es imprescindible que el Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad, PAEAS, desarrolle la totalidad de las propuestas por parte de las expertas, su puesta en marcha lo más urgente posible y se dote de presupuesto, como ocurre en países de nuestro entorno, de forma que rescate y consolide una educación ambiental más necesaria que nunca.

Como muestra del compromiso con el sector y con la sociedad celebramos el pasado día 26 de enero de 2021, Día Mundial de la Educación Ambiental, con diversas acciones entre las 16:30h y las la 19:30h. 

  • de 16:30 a 18:00 h una jornada con la participación de más de 20 personas en la que charlaremos de temas relacionados con la comunicación, la educación, los equipamientos y la salud. Además se comentará la situación del PAEAS. En el canal de Youtube de #EA26
  • de 18:00 a 19:00 h, encuentro en Twitter #EA26
  • de 19:00 a 19:30 h entrega del II Premio de Educación Ambiental #EA26. A través del canal de Youtube de #EA26.