… Por el contrario, tal y como se documenta en las actas de las reuniones preparatorias de la reunión, los países latinoamericanos veían con desconfianza esta Conferencia de Tbilisi (1972). Presumían que la creciente preocupación de los países desarrollados por el ambiente podía estar ocultando intereses económicos y políticos que se expresarían posteriormente mediante restricciones comerciales a los productos de la región (González Gaudiano, 1996; Unesco, 1983). Por su parte, Angel Maya (1992) señala que, en el fondo, la Conferencia pretendía corregir los problemas ocasionados por las deformaciones económicas y sociales, más que modificar los estilos de desarrollo prevaleciente.
Ante la necesidad de definir mejor la posición latinoamericana frente a este nuevo ámbito de política, en respuesta también a los planteamientos del Club de Roma sobre Los límites del crecimiento, en 1974 el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unesco convocaron, en Cocoyoc, México, el Seminario sobre Modelos de Utilización de Recursos Naturales, Medio Ambiente y Estrategias de Desarrollo. Ahí se criticó abiertamente el modelo de desarrollo dominante y se avanzó en la búsqueda de modelos alternativos que combatieran las desigualdades sociales que induce dicho desarrollo. Se cuestionó el consumismo de las naciones desarrolladas y la inequidad internacional, así como se insistió en la necesidad de considerar las características culturales y ecológicas de cada región. Aquí la problemática ambiental es vista más como problemática socioeconómica, cultural y política que como problemática ecológica.
Otra lectura a la historia de la educación ambiental en América Latina y el Caribe. Edgar Gonzalz Gaudiano.
Este artículo fue escrito originalmente en el marco del Proyecto Educación Ambiental para la Amazonia, coordinado por Lucie Sauvé (1999)
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