Según la OMT (Organización Mundial del Turismo) en uno de sus últimos informes, el número de turistas mundial creció un 4% en la primera mitad de año.
¿Está el planeta preparado para un flujo de gente constante que sale de sus hogares, a menudo para alejarse de preocupaciones, mensajes dogmáticos y disfrutar del día a día?
Originar una nueva relación del turista con el entorno debe ser el reto de la Educación Ambiental, para que las actuales generaciones y futuras tengan un desarrollo personal y colectivo más equitativo y sostenible.
Un mundo más globalizado, con la mejora en las condiciones de vida de varios continentes, el acceso a una oferta de medios de transporte que crea una tupida malla, la creciente información sobre los distintos destinos o la facilidad en acceder a ella, han convertido al turismo en uno de los sectores que tiene un mayor peso dentro del sistema económico mundial.
Se estima que los millones de turistas internacionales del mundo aportan el 9% del PIB mundial, uno de cada 12 puestos de trabajo del mundo y el 6% del comercio.
A nivel estatal, España pasa por ser uno de los destinos turísticos más importantes a nivel mundial desde hace varias décadas. Al turismo sempiterno de sol y playa, se unen en los últimos tiempos destinos culturales, metropolitanos y otros que podríamos definir como de disfrute del medio natural (aventura, senderismo, competiciones deportivas, etc.), agroturismo o ecoturismo.
En España se alcanzan cifras récord debido a la debilidad del euro y a que es un destino consolidado, pero hay voces dentro del propio sector que señalan que la Educación Ambiental o, como vienen a llamarla en muchas ocasiones, la “sostenibilidad” en el turismo debe hacerse con un esfuerzo desde la oferta y desde la demanda. Algo que por ahora se hace a un ritmo muy lento y debiera orientarse hacia un cliente que sea capaz de valorarlo o poniendo en marcha programas o actuaciones de educación.
¿Tienen una presencia significativa la Educación Ambiental en el sector turístico actualmente?
Es difícil responder de manera tajante, pero la OMT ha reconocido una sensibilización del turista por aspectos ambientales. En este sentido, la Educación Ambiental debe fomentar el cambio social a partir del desarrollo de actitudes, habilidades y valores que a través de un análisis crítico sea partícipe de un cambio y una transformación cultural, dirigido hacia una ética ambiental.
No es algo imposible. Desde hace décadas, hay estudios que señalan al turista como alguien que puede tornar su comportamiento, adaptándose a múltiples situaciones.
Hay que tener en cuenta también que el turismo se ha convertido en un elemento clave para la mejora de la calidad de espacios degradados y la valoración del patrimonio, o por el contrario el causante de espacio degradados, muy artificializados y fuera de contexto.
El turismo puede convertirse en un semillero de «buenas prácticas» habituales (no arrojar basuras, respetar la flora y fauna, ahorrar agua, etc.) y se puede educar en el respeto a otras culturas, otras formas de organización social, otros recursos u otras formas de ver el mundo.
Por otro lado, el agente turístico debe planificar y gestionar productos sobre la base de un uso racional de los recursos naturales, para lo cual puede dotarse de herramientas derivadas de la Educación Ambiental, como por ejemplo la organización de rutas que marquen de manera explícita situaciones ambientales significativas, proponer recorridos con connotaciones ambientales que ofrezcan leyendas y señalizaciones asociadas a ésta, reutilizar lugares, dinamizar actividades deportivas que estén en equilibrio con el entorno o que puedan mostrar y señalar situaciones asociadas al ambiente, etc.
En este sentido, lo que debe tenerse claro es que la Educación Ambiental debe servir para que el espacio visitado por el turista se explique y se justifique a si mismo.
Está claro que la información es indispensable para el logro de una participación efectiva, la información y los equipamientos son dos herramientas fundamentales.
Como se puede comprobar en nuestro #EA26 el turismo es un tema que puede dar mucho que hablar. ¿Nos acompañas en este pequeño viaje el próximo sábado?
Por David Gutiérrez
5 respuestas a “Turismo y Educación Ambiental. Reflexionemos el #26S con #EA26”